Desandar
tu piel con mis manos;
recostarme
a deletrear
tu
cuerpo con mi lengua;
rendirme
a
la sabiduría de tus labios
mientras
recorren mi geografía;
entregarme
a ti
y
volar tan alto
hasta
ser todo tuyo;
correr
hasta el horizonte
de
tus sueños
y
volver con ellos
entre
los míos
y
amarnos, amarnos siempre
con
tu piel cubriendo mi desnudez;
sería
como volver a nacer,
como
si dios existiera,
como
sí no estuviera muerto hace tanto tiempo.
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