Quiero

Quiero 

que dejes tu huella enamorada

en cada sueño mío,

que el deseo

nos trasnoche siempre,

que tu mundo

sueñe mi mundo.

Quiero

que me habites

desde la mañana hasta la noche,

que no haya más tiempo

en este mundo que para los dos.

Quiero 
que seas todos mis sueños,

vestirte de desnudez

con mis ojos y mis manos.

Quiero

que los sueños nos sueñen

para al fin conocer la felicidad.

En fin,

que quiero

que vengas a vivir

con tus sueños a mis sueños.

Pensar en ti

Pensar en ti
es regresar a un universo
donde se refugia mi añoranza,
donde puedo ser 
una vez más inocente.
Aún hoy eres el sueño intacto 
de mis primeros años.
En tu recuerdo 
permanece la mirada 
y el corazón latiendo de emoción
del joven que fui.

El amante

Soy 
el triste, 
el solitario,
el que no para de reír, 
el vividor
que vuelve poesía 
tu cuerpo.
Soy el que vive 
en tus sueños,

el que aviva 
tu trémulo deseo.

Soy el beso 
que se desliza
enamorado sobre tu piel

y te despierta.
Soy
el amante.

Tu lengua

Tu lengua,
amiga traviesa,
que deja mensajes secretos en mi boca,
que descifra los silencios de mi pecho,
que descubre un nuevo sitio 
donde mi risa florece,
que me lleva de la mano
hasta el paraíso y me hace volar
más allá de tu vientre,
donde mi mar se agita y crece,
donde la tormenta aumenta 
hasta tocar el cielo.

Tu lengua que dibuja mi cuello,
que me enloquece,

que me devuelve la felicidad.
Tu lengua
que cada noche
deja tu nombre en mi piel.
Tu lengua
que deja sonrisas en mi cuerpo.
Tu lengua
que en silencio siempre me desea.
Tu lengua
que eres tú
diciéndome que me amas. 

Esa noche

Esa noche

nuestras manos

descubrieron lugares maravillosos,

nuestras bocas

dejaron llamas en la piel,

nuestras lenguas se perdieron

por ardientes territorios,

las miradas se quedaron

a vivir en el otro

y nuestros cuerpos

volaron enamorados

en el espacio infinito de los deseos.

Cuando te recuerdo

se despierta en mi piel

el oscuro deseo de aquella noche.

Desnudos

Yo me desnudo ante tu cuerpo
para ser en ti,

para cantar a la pasión.
Yo, el enamorado,
olvido ante tu cuerpo mis tristezas
para ser tuyo beso a beso.
Unidos somos la vida eterna,
el pan de cada día,
sexo santificado
por la desnudez de nuestro deseo.

La mujer que teje amores

Mientras exista esa mujer
que teje amores imposibles para mí,
o la posibilidad de un beso prohibido,
yo volaré al fondo del mar de sus ojos
y volveré a ella con un poema.

*Te extraño

Llueve sobre Mainz y estoy lejos,

camino cabizbajo 

perdido  en mis pensamientos.

La tristeza se asoma

a mis recuerdos para buscarte.

Extraño cuando 

caminábamos bajo la lluvia.

Estoy empapado de la que fuiste entre mis brazos,

de todo lo que me hable de ti,

tirito y me siento solo, muy solo,

mientras tu ausencia llueve sobre mí.

Me enamoras

Para Esther

Me enamoras,
me enamoro de todo 

lo que hable de ti.
Tu amor 
son como estrellas 
nadando en mis venas.

Giro y giro 
alrededor tuyo

sin que estés a mi lado.

Te llevo en mí

como si fueras 
mil velas encendidas

que queman mi tristeza.

Nado en tu mirada

en busca del primer beso 
de la mañana.

Tu cuerpo 
se ilumina cuando te acaricio.

Cierro los ojos 
para verte mejor.

Me despierto a los sueños

cuando tu cuerpo 
se vuelve mi cuerpo.

Mi deseo es siempre 
tu deseo.

Estoy embriagado de ti,

de los días que paso contigo,

de tus amadas manos

que bordan en mi piel 
sueños que nunca olvidaré.

Quiero dejar de ser yo

para ser sólo fuego en tu fuego,

lluvia en tu mar.

Estoy enamorado 
del color de tus ojos

que son miel cuando me miras.

Soy un sueño feliz

cuando me pierdo en el cielo

de tu cuerpo.

Estoy enamorado del amor

que vas dejando sembrando 

por mi geografía.

Amor, 
me enamoras a cada instante,
cada vez que te miro,
que te oigo, que te pienso,
que te imagino, que te sueño,

como el mar
enamora la playa sin pausa, 
sin reposo, siempre.

Sé tantas cosas de ti

Sé que eres un río

que pasa, que eres un instante,

que el color de tus ojos

siempre es otro,

que tu belleza nunca será mía,

que la sed de mi soledad

no navegará tus aguas,

que en las noches cantas

y bailas sobre la negra nada

y creas reflejos de luz

que te recuerdan que mis sueños

te observan y desean,

que dejas que te conozca,

pero la imaginación de mis dedos

jamás te acariciará.

Sé que al otro lado de todos los océanos

y las montañas he ido a buscarte

y te he visto,

que existes y me has sonreído.

Sé tantas cosas de ti

que cuando me despierto

creo que sí, que sí me has amado.

Un amor casi perfecto

Aquella noche

nos soñamos.
Nos vimos

en los ojos del otro.
Sentimos

que el amor galopaba
por nuestras venas.

Rozamos el cielo.

Por un instante

el mundo fue perfecto.
Pero al despertar

supimos

que nunca podríamos cruzar

el silencio del universo

para encontrarnos.

Amor secreto

Hay un amor en mí

que en silencio lleva tu nombre.

Un amor secreto

que navega en el mar

de la vida

entre una orilla y otra

de ese otro

que soy cuando me sueñas. 

Un amor que se ausenta

Es amarga la ausencia.

Es el silencio en que habito,

la melancolía que me acompaña,

otra noche sin la luz de tus ojos.

Pero si volvieras,

la soledad se reiría

de las tristezas que me pueblan.

Yo me echaría a volar

hasta tu cielo

y me volvería besos, abrazos y caricias

entre tus sueños.

Aún esta ausencia late con amor.

Soñador

He vuelto a soñar 
que nado hacia ti

y que de nuevo eres esa playa 
que espera para que me sumerja 
en su mar

y bracee hasta llegar a la orilla 
de tu amor.

He vuelto a  soñar  
que al fin dejamos
nuestros destinos paralelos

para ser como peces
que nadan los sueños 
en busca del otro.

El deseo despierta todos los sueños

A cierta hora de la noche
el deseo nos llama
para que mis manos
se vuelvan beso en tu cuerpo
y tu boca sea caricia
que atraviesa mi piel;
para que la noche
queme nuestros cuerpos
con pasión interminable.
A cierta hora de la noche
el deseo despierta todos
los sueños y se extiende 
por nuestros cuerpos
y la casa entera 
hasta que somos sólo
fuego en el fuego del otro.

La hora del adiós

De ahora en adelante
sólo murmuraré tu nombre,
dejaré que se deslice
sin ruido por mi memoria
para que se quede entre
las hojas de este otoño.
Junto al río caminaré
despacio y en silencio,
dejaré, muriendo yo mil veces,
tu amor,

tu maravilloso amor,
en la corriente fría
de mis fracasos,
de mi irremediable soledad.
De ahora en adelante
estaré solo
camino de la nada,
donde tú ya no estarás,
donde cada tarde
tu nombre
golpeará en mis recuerdos.

Regresa el amor

Un día 
en que llovían soledades
y la lectura no bastaba
para esconderme de la tristeza,
me sacaste del olvido.
Llegaste con el amor
desde el silencio.
Nos cubrimos de sueños
y de nuevo aprendí 
a volar con tus besos.
Ese día volví a nacer
tras haber muerto tantas veces
de soledad.

Recuerdo de una mujer

Dulce extravío de mis pensamientos,

suave recuerdo de una mujer que cruzaba

enamorada la noche frente a mí

mientras los últimos días de mi niñez

se quedaban en el recuerdo

y me asomaba a la vida

con la inocencia atemorizada

por ese nuevo mundo

lleno de sueños que deseaban

volverse míos entre sus brazos.

La distancia

La distancia conspira 

para que tu mar no llegue

a ser mi mar,

para que estas manos no conquisten

amorosas tu piel.

La distancia nos quiere solos,

ola a ola lejanos, apartados

de la corriente de aves

enamoradas de nuestros sueños.

La distancia sabe 
que si llegamos al otro

seremos un mar, un amor,

un cielo para siempre.

Si fuera sólo un sueño

Si fuera sólo un sueño, 
si yo sólo viviera en tu mente
mientras duermes,
si yo fuera el suspiro de un olvido,
si en realidad no existiera
ese que creo ser,
si mi vida sólo fuera
un sueño tuyo y nada más,
si eres tú quien me creó
en una noche que ya no recuerdas,
si sólo soy tu sueño
y tú has vuelto a despertar
¿Qué será de mí?

Tus ojos

Tus ojos

que hacen que sueñe despierto,

donde el cielo se hace eterno,

tus ojos como dos verdades,

del color de las almendras,

tus ojos

que me miran con amor,

que me llaman a cualquier hora

para bailar entre tus brazos,

tus ojos

donde vive la alegría

y adonde un día volveré
a refugiarme de la soledad
quizá...quizá para siempre.

A manera de despedida

De camino hacia la nada

voy dejando en los otros

a ese que ellos de mí han imaginado.

Soy el que al final del día

vuelve a mí y se acuesta en silencio

para dejar respirar a la soledad.

Soy también el que vive en mí

y baila y besa y sueña.

Soy un hombre que ya es más ayer que mañana.

Soy el recuerdo feliz de algunas mujeres.

Soy todo lo que conozco,

la geografía más cierta de mi existencia,

el refugio al que regreso de mis tristezas.

Soy un intruso en esta vida

y un paseante de mi memoria.

Soy a veces la lluvia fina

que refresca la mirada azul de esa niña

que aún vive en tus ojos.

Soy el vagabundo de otros mundos

y el caminante de silencios,

el coleccionista de tristezas,

el olvidado por muchos.

Soy el dueño secreto de un amor imposible

y el escribidor de besos en su piel.

Soy un hombre a media tarde

que se aleja de sí mismo

llevando en la mochila

un sinfín de ayeres y recuerdos,

casi todos tuyos, otros sólo míos.

Soy un hombre que ha vivido

para un día perderse en tus recuerdos.

Aquella noche

Aquella noche 
nos desnudó y

bajo el cielo estrellado
bailamos al amor.

Dibujamos en nuestros cuerpos

sueños y eternidades.

Inventamos las caricias.

Nuestra piel cantó

al amor y a los placeres.

Detuvimos el universo. 

Conocimos la eternidad.

Aquella noche fuimos

dioses al borde del abismo.