De
camino hacia la nada
voy
dejando en los otros
a
ese que ellos de mí han imaginado.
Soy
el que al final del día
vuelve
a mí y se acuesta en silencio
para
dejar respirar a la soledad.
Soy
también el que vive en mí
y
baila y besa y sueña.
Soy
un hombre que ya es más ayer que mañana.
Soy
el recuerdo feliz de algunas mujeres.
Soy
todo lo que conozco,
la
geografía más cierta de mi existencia,
el
refugio al que regreso de mis tristezas.
Soy
un intruso en esta vida
y
un paseante de mi memoria.
Soy
a veces la lluvia fina
que
refresca la mirada azul de esa niña
que
aún vive en tus ojos.
Soy
el vagabundo de otros mundos
y
el caminante de silencios,
el
coleccionista de tristezas,
el
olvidado por muchos.
Soy
el dueño secreto de un amor imposible
y
el escribidor de besos en su piel.
Soy
un hombre a media tarde
que
se aleja de sí mismo
llevando
en la mochila
un
sinfín de ayeres y recuerdos,
casi
todos tuyos, otros sólo míos.
Soy
un hombre que ha vivido
para
un día perderse en tus recuerdos.