miércoles, 17 de octubre de 2012

La hora del adiós

De ahora en adelante
sólo murmuraré tu nombre,
dejaré que se deslice
sin ruido por mi memoria
para que se quede entre
las hojas de este otoño.
Junto al río caminaré
despacio y en silencio,
dejaré, muriendo yo mil veces,
tu amor,
tu maravilloso amor,
en la corriente fría
de mis fracasos,
de mi irremediable soledad.
De ahora en adelante
estaré solo
camino de la nada,
donde tú ya no estarás,
donde cada tarde
tu nombre
golpeará en mis recuerdos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario